Mensaje de Kwan Yin
Hermanos y hermanas! Dulces niños y niñas que habitáis este Universo!
Dejaos llevar por las alas del amor. Dejad que vuestros corazones rijan vuestras vidas. Sois perfectos y maravillosos hijos del amor. Todos y cada uno de vosotros lleva la semilla del amor corriendo por sus venas, vibrando en el interior de vuestro corazón.
No os enganchéis a los sentimientos terrenales de ira, miedo, dolor, furia… no permitáis que las bajas energías se estanquen en vuestro aura y en vuestro Ser.
Permitíos gritar y llorar si así lo sentís, permitíos esos sentimientos cuando aparezcan porque forman parte de vuestra esencia en la tierra, pero no os aferréis a ellos.
Aceptadlos, gestionadlos y dejadlos marchar con gratitud y amor porque gracias a ellos podemos elevar nuestra vibración.
Cuidad de vuestra alimentación, seguid los instintos de vuestro cuerpo, dejad que él os indique que debéis o no tomar para permitir la elevación de vuestra energía y de vuestra vibración.
En esta nueva Era que entra es de vital importancia que lleguéis con una energía libre de cargas. Trabajad para liberar vuestro ser de las cadenas que le imponéis.
No olvidéis que ahora sois seres humanos y como tales debéis vivir vuestra vida en equilibrio con lo terrenal y lo espiritual.
Habéis materializado vuestra esencia en una densa energía que os ha proporcionado vuestro cuerpo físico.
Aprended a incorporar, a amalgamar vuestras esencias (la física, la emocional y la espiritual) para que a través de esa armonía y equilibrio vuestro ser pueda evolucionar y vibrar con la nueva energía que se acerca.
Esta nueva Era os permitirá recobrar esos valores y principios que han quedado olvidados por la vorágine material a la que os habéis dirigido.
Es hora de cambiar, de dar el giro pero sólo los que despierten a la conciencia podrán subir su nivel vibracional para sentir la entrada de la nueva Era.
No es más que un cambio vibracional.
Los que no lo sientan seguirán con su existencia anclada en una energía más baja, más terrenal. No debemos intentar cambiar a nadie. Cada ser elige su camino y el momento de despertar.
La conciencia se encuentra dentro de cada uno de nosotros, aletargada pero latente.
Debemos mirar con amor, aceptar y entender la decisión de aquellos que no vibran como nosotros.
Debemos seguir aportando nuestra luz a esos seres que ni tan sólo la ven, no importa. No desistamos en nuestro empeño. Llevemos nuestra labor “iluminadora” desde la sombra. Lo importante es no desistir. Sigamos enviando luz y amor a todos los seres que habitan este planeta, incluyéndonos a nosotros mismos. Debemos ser generosos con nosotros mismos.
El primer paso para ayudar a otro hermano de luz es ayudándonos a nosotros mismos.
Seamos los primeros de nuestra lista, es lícito, debemos serlo porque la energía de nuestra vibración llega a nuestro entorno, y los seres que se encuentran en nuestro entorno emiten su energía a los seres que se encuentran en su entorno y así se va tejiendo esa vasta telaraña energética que nos une a todos.
Seamos pues generosos con nosotros mismos para poder serlo con los demás.
Preparemos nuestro ser para el cambio vibracional que viene.
Seamos coherentes con nuestros pensamientos y deseos, seamos coherentes entre lo que pensamos y lo que decimos o hacemos.
El éxito para crear nuestra realidad de acuerdo con lo que somos radica en esa coherencia en todo nuestro ser.
Enviemos luz porque somos luz y así debemos sentirlo. Reconozcamos nuestro ser como el maravilloso y perfecto ser de luz que es, sólo así podremos hacer llegar toda nuestra potencia lumínica a todo el universo.
Soy Khuan Yin, diosa de la compasión.
Escuchad dulces hijos del sol este bello mensaje y hacedlo resonar en la energía de vuestra maravillosa esencia.
Canalizado por Montse Macanás el domingo 26 de agosto de 2012.
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