domingo, 18 de noviembre de 2012

AMOR LA MEJOR MONEDA DEL MUNDO.

El secreto de la verdadera riqueza: Invertir Amor

El dinero es muy importante para movernos por el mundo; es la divisa que se utiliza comunmente para intercambiar bienes y servicios. Pero hay una divisa que pertenece a un nivel superior que el mundo material. El amor es el más alto valor que podemos tener, e invertirlo es la única forma de multiplicarlo.
Moneda universal

Más valioso que el oro

Lo más valioso que puede existir en el mundo no pertenece al reino de lo material sino al reino de lo espiritual, y es el amor. Ningún otro valor supera a este y cualquier otro buen valor desciende de él. Es la raíz primera y el fin último. La fuente de toda creación y el éxtasis más alto que se puede obtener. Ni el oro ni la plata ni el diamante pueden siquiera compararse a una gota de la sustancia pura del amor. Es la materia prima que mantiene unido el universo.
“Si yo pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo sólo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada.” 1 Corintios 13

Leyes de inversión

Así como el mundo financiero de divisas, el mundo espiritual también tiene sus leyes de cambio y de inversión. La famosa ley de la siembra y la cosecha es infalible. A todos se nos dan ciertos valores, y los valores que decidamos invertir son los que se van a multiplicar. Si tenemos rencor y lo ejercemos, ese rencor va a crecer y multiplicarse en nosotros. Si tenemos amor por los demás y lo ejercemos, ese amor va a crecer y multiplicarse llenandonos.
En el mundo actual existen dos ejes en los que se pueden basar nuestras decisiones:
Avaricia y egoísmo
  • El egoísmo; basa todas sus decisiones pensando siempre primero en si mismo, en el beneficio personal sin importar el beneficio de los demás, incluso llegando a perjudicarlos. La consecuencia de invertir de esta manera es la ruina espiritual. Podemos llegar a tener muchos beneficios a expensas de los demás, pero nos faltara lo más importante y valioso.
  • El amor al otro; basa todas sus decisiones pensando primero en el prójimo, sea una pareja, un familiar, un amigo o un extraño, piensa en el beneficio ajeno sin importar el sacrificio propio que deba hacer. Vivir de esta manera resulta en la absoluta riqueza espiritual. Tendremos la caja fuerte llena de lo verdaderamente valioso; paz, alegría, humildad, paciencia y amor.

Inspirate en los grandes ejemplos

La historia esta llena de grandes ejemplos de sacrificio propio por el ideal del amor. La madre Teresa de Calcuta dedicó su vida a ayudar a los que nadie más quiso ayudar. Martin Luther King dedico su vida a luchar por la igualdad de razas y logro un profundo cambio. Jesús de Nazaret dió su vida hasta la muerte para oponerse a la religiosidad de la época y para demostrar que la base de toda ley religiosa y creencia debía estar fundamentada en el amor a Dios y el amor al prójimo, y su vida y ejemplo cambió y sigue cambiando millones de vidas.

Empeza con lo pequeño

No todos podemos donar médula ósea construir casas para las comunidades desfavorecidas, pero se puede día a día con cada acción pensar en el otro antes que en uno mismo, invertir lo que tenemos para hacerlo crecer cada vez más. Puede ser algo tan simple como lavar los platos en casa, ayudar a un amigo con algún favor desinteresado, o sentarse a hablar con una persona que vive en la calle. De a poco el amor que damos se va a multiplicar en nosotros, tendremos el capital para emprender inversiones más grandes y estaremos llenos de verdadera riqueza sin igual.
Partir el pan
¿Conocés el tesoro del amor? ¿Qué maneras conocés de invertirlo? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario